El exceso de estrés es uno de los principales problemas de salud mental que tenemos las personas en las sociedades modernas, y afecta directamente a muchas áreas de la vida tanto personal como profesional. Pero además de hacernos sentir mal, suele tener una repercusión en nuestra manera de gestionar el tiempo y de tomar decisiones. Y es que las personas muy estresadas son más vulnerables a la procrastinación y al miedo a la incertidumbre, algo que hace que no se atrevan a pasar de las ideas a los hechos y queden atrapadas en un círculo vicioso de pensar una y otra vez qué hacer ante las decisiones del día a día.
Por eso, en este artículo abordaremos el tema de la toma de decisiones en situaciones de estrés, con consejos psicológicos que te ayudarán a adoptar estrategias resolutivas y alejadas de esa tendencia a auto-sabotearte.
¿Cómo tomar mejores decisiones ante situaciones estresantes?
El estrés puede ser definido como una respuesta fisiológica natural ante una situación de amenaza o riesgo, tanto real como imaginado, que nos ayuda a hacer frente a cualquier problema o desafío que se nos presenta en la vida. Sin embago, a veces se transforma en estrés disfuncional o incluso da lugar a trastornos de ansiedad.
Uno de los ámbitos que se ven afectados por el estrés con mayor frecuencia en nuestro día a día es la toma de decisiones, algo imprescindible que requiere de toda nuestra atención y buen criterio y que puede ser determinante en el transcurso de nuestras vidas.
Si te interesa profundizar más en este tema, sigue leyendo; a continuación presentaremos 10 consejos útiles que podemos poner en práctica a la hora de tomar mejores decisiones en situaciones de estrés.
1. Aprender técnicas de relajación para afrontar el estrés
Aprender alguna de las diversas técnicas de relajación que existen nos puede ayudar a superar una situación de estrés y nos permitirá volver de nuevo a un estado de relajación y equilibrio tanto a nivel emocional como físico.
La mayoría de las técnicas de relajación están basadas en metodologías científicas y su eficacia ha sido demostrada a la hora de superar tanto situaciones de estrés como sintomatología relacionada con la ansiedad.
Algunas de las técnicas de relajación más eficaces que podemos integrar en nuestro día a día para reducir el estrés son el Mindfulness, el yoga, la musicoterapia, la relajación muscular progresiva, la respiración profunda, los masajes o la meditación.
2. Fijarse un tiempo límite claro
Otro de los consejos que podemos seguir en casos de estrés agudo es el de fijarnos un tiempo límite muy claro en el cual debemos tomar una decisión clara y específica.
De esta forma nos obligamos a actuar en un margen de tiempo, en lugar de postergar la toma de decisiones durante un tiempo indeterminado, una modalidad de trabajo muy poco aconsejable en cualquier ámbito de la vida.
3. Cuidarse físicamente
El autocuidado es esencial en cualquier momento de nuestra vida y lo es aún más en momentos en los que el estrés se apodera de nosotros y pone en riesgo nuestra toma de decisiones.
Cuidarnos consiste en velar por nuestro bienestar y salud mental o física, es decir, que si hay tiempo para que podamos tomar la decisión estando bien físicamente, vale la pena darnos ese breve tiempo para recuperarnos.
Es decir, que si estamos agotados en un momento dado y podemos permitirnos no tomar la decisión inmediatamente, es imprescindible dormir las horas necesarias y afrontar esa decisión más tarde, aunque sin dejar que esta se convierta en una excusa que nos ponemos a nosotros mismos para postergar el momento de elegir.
4. Hacer ejercicio físico para desconectar
Hacer ejercicio físico durante unos minutos nos ayuda a situarnos en el momento presente y a dejar atrás los pensamientos intrusivos y la rumiación psicológica en general.
Este ejercicio debe adaptarse a nuestras posibilidades y necesidades, aunque es recomendable que sea relativamente intenso para que nos “obligue” a concentrarnos en la coordinación de movimientos.
10 consejos para aprovechar más el tiempo y reducir la ansiedad5. Segmentar el proceso en metas muy concretas
Cuando estamos en medio de una situación en la que deben ser tomadas decisiones importantes o debemos llevar a cabo un trabajo laborioso lo ideal es segmentar dicho proceso en metas a muy corto plazo para empezar a trabajar cuanto antes.
De esta manera podremos ir logrando cada una de las metas que nos hemos marcado a corto plazo con mayor rapidez, lo cual tiene un efecto muy positivo a nivel psicológico, ya que vemos con mayor claridad nuestro progreso mientras lo llevamos a cabo.
Algunos ejemplos de esta segmentación puede ser: buscar información durante las próximas dos horas, comparar opciones durante la siguiente hora, y tomar la decisión en la hora siguiente, etc.
6. Buscar otras opiniones (pero poniendo fecha límite)
Hablar con otras personas de nuestro entorno sobre nuestra situación para conocer sus puntos de vista personales también nos ayudar a adoptar una nueva perspectiva sobre la decisión que debemos tomar.
Es importante hablar con alguien que consideremos que por sus conocimientos o experiencia tiene algo que aportarnos, y también tener claro que no debemos caer en la trampa de pedirles a esas personas que sean ellas quienes tomen la decisión por nosotros, solamente para contrastar puntos de vista. Del mismo modo, debemos prever la posibilidad de que se nos pase por la cabeza la idea de pedir opiniones de manera constante para usar esto como una excusa autoimpuesta para aplazar constantemente la toma de decisiones; para ello, debemos poner una fecha límite clara.
7. Hacer un análisis FODA
El análisis FODA es una herramienta de análisis de situaciones utilizada en el ámbito empresarial que permite identificar las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas de un proyecto o estrategia determinados.
Esta herramienta permite también tomar una decisión clara y monitorizar los resultados que nos aporta esta. Además de eso, también se basa en responsabilizarnos y en afrontar los propios errores en caso de que nos hayamos equivocado.
8. Potenciar la organización
Saber organizar el espacio de trabajo y el lugar en el que vivimos es esencial para poder tomar una decisión de la mejor manera posible. Es por eso que durante nuestro proceso de toma de decisiones debemos apoyarnos de ayudas muy útiles como puede ser un horario rígido, tener una agenda mensual o semanal clara y contar con todos los materiales necesarios en cada momento.
La organización y el orden en nuestro lugar de trabajo también nos ayudará a ser más diligentes y a evitar que el estrés domine nuestras decisiones.
9. Conocerse a uno mismo
El autoconocimiento es esencial para cualquier toma de decisiones, ya que cuanto mejor nos conozcamos a nosotros mismos, mejor sabremos qué nos conviene en cada momento y qué no.
El autoconocimiento es una virtud que nos ayudará en múltiples situaciones de la vida y es algo que puede entrenarse y mejorarse acudiendo a un psicólogo.
10. Acudir a un psicólogo si la situación nos desborda
Acudir a terapia psicológica también nos permitirá adquirir todo tipo de conocimientos, herramientas y estrategias prácticas de gran utilidad para tomar las mejores decisiones en situaciones de estrés.
La terapia psicológica ha demostrado que ayuda no solo a lidiar con el estrés, sino también a ser más eficientes en el día a día, a tomar mejores decisiones y a impedir que caigamos en la procrastinación una vez tras otra.
Referencis bibliográficas:
Hüther, Gerald (2012). Biología del miedo. El estrés y los sentimientos. Barcelona: Plataforma Editorial.
Kramer, A.F. (1990): Physiological Metrics of Mental Workload: A Review of Recent Progress. Bericht. University of Illinois at Urbana-Champaign, San Diego.
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