«Si tu habitación está desordenada, tu mente también lo está». Esta frase popular guarda una gran verdad: nuestro entorno tiene un impacto profundo en nuestro bienestar mental. Un espacio desordenado puede generar estrés, ansiedad e incluso depresión, mientras que un ambiente ordenado y armonioso promueve la calma, la claridad mental y la productividad. Y sí, seguramente te habrás hecho la pregunta: ¿Por qué me da ansiedad el desorden de mi casa?
En este artículo, exploraremos las razones por las que el desorden en tu casa puede estar afectando tu salud mental y te brindaremos herramientas prácticas y compasivas para deshacerte de él de una vez por todas. ¡Vamos allá!
Ansiedad y desorden: ¿cómo se relacionan?
Si preguntáramos en un gran auditorio quién no se ha sentido agobiado alguna vez por el desorden en su casa nadie levantaría el brazo. La verdad es que el desorden en el hogar puede tener un impacto significativo en nuestra salud mental, especialmente en la ansiedad.
Aunque no lo queremos, el desorden sobrecarga nuestra mente. Un entorno caótico lleno de estímulos visuales y auditivos compite por nuestra atención, dificultando la concentración y generando una sensación de intranquilidad.
Nuestro cerebro está diseñado para priorizar y procesar información relevante. Sin embargo, en un ambiente desordenado, todo compite por ser importante, agotando nuestros recursos cognitivos y generando estrés.
El desorden también afecta nuestra percepción de control. Un espacio desorganizado puede generar la sensación de que no estamos en control de nuestras vidas, lo que a su vez alimenta la ansiedad. Además, el desorden puede interrumpir nuestro sueño, dificultar la relajación y aumentar la irritabilidad.
Es importante recordar que no se trata de la cantidad de objetos en sí, sino del impacto que tienen en tu mente y en tu bienestar. Un espacio ordenado no tiene que ser perfecto, ni estar libre de polvo. Lo importante es que te proporcione una sensación de paz, control y orden.
¿Qué dice la ciencia?
El desorden en el hogar, tanto en su aspecto físico como en el mental, puede afectar negativamente nuestra salud general.
En 2016, Catherine Roster y su equipo de trabajo de la Universidad de Nuevo México investigaron el impacto del desorden en la percepción del hogar de una persona y, en consecuencia, en su nivel de satisfacción con la vida.
La base del estudio era que, al tener una conexión tan profunda con su entorno doméstico, el desorden en el hogar podría llegar a perturbar la felicidad que las personas experimentan cuando se encuentran en ese espacio.
Esta investigación indicó que la falta de organización en el hogar puede:
* Entorpecer la sensación de seguridad y pertenencia en dicho espacio.
* Reducir la satisfacción personal y aumentar el estrés.
* Incrementar la probabilidad de consumir alimentos poco saludables.
¿Distorsiona la realidad estar deprimido?* Dificultar la concentración y la capacidad de procesar la información de manera eficiente.
En el próximo apartado, exploraremos herramientas prácticas y compasivas para ayudarte a deshacerte del desorden en tu casa y crear un espacio que promueva tu bienestar mental.
¿Qué hago con el desorden?
Ok, ya entendiste que tanto desorden te hace mal y quieres comenzar a actuar para revertir la situación. La gran pregunta es: ¿Por dónde comenzar? Aquí compartimos contigo algunos consejos que te ayudarán a deshacerte del desorden de una vez por todas:
1. Autocompasión ante todo
No te culpes por la situación actual. Empezar con un tono crítico solo te desanimará y no te ayudará a resolverlo. En su lugar, sé compasivo contigo mismo y reconoce que todos pasamos por momentos así. Tener un poco de desorden no te hace mala persona, y ya estás dando los pasos para ordenar tus espacios.
2. Involucra a todos
Pregunta importante: ¿vives solo o con otras personas? Si tu respuesta es la segunda, no cargues con todo el trabajo tú solo. Haz que todos sean parte de la solución. Repartan las tareas y establezcan juntos un plan de acción.
3. Da pequeños pasos
Si el desorden es abrumador, no intentes abarcarlo todo de golpe. Divide el trabajo en áreas pequeñas y ataca una a una. Así sentirás mucha menos presión y podrás avanzar de forma constante.
4. Un lugar para cada cosa
Asigna un espacio específico para cada objeto que uses con frecuencia. Esto te ayudará a mantener el orden y a evitar que las cosas se pierdan. Asegúrate de guardar todo en su lugar después de usarlo.
5. Menos es más
Llegó la hora de practicar el desapego. Deshazte de todo lo que ya no uses, esté roto o no te aporte nada. Puedes regalarlo, reciclarlo, donarlo o tirarlo, según corresponda. No te aferres a cosas que no te sirven.
6. Papeles bajo control
El montón de papeles regalos por todos lados puede convertirse en una verdadera pesadilla cuando no existe un control. Para evitarlo, no dejes que se acumulen. Revisa tus carpetas, mesas y estantes regularmente y archiva o desecha lo que no necesites.
7. ¡Música y alegría!
¡Dale a tu rutina alegría, Macarena! Ponle un toque divertido a la limpieza y escucha música que te motive y te haga sentir bien. ¡Verás cómo todo se vuelve más ligero y llevadero! Así que dan ganas de ordenar, ¿eh?
8. ¿Y si pides ayuda?
Si te resulta muy difícil deshacerte del desorden por tu cuenta, no dudes en contratar a un profesional si te lo puedes permitir. Un organizador o limpiador profesional puede ayudarte a crear un plan personalizado y a poner en orden tu hogar de forma rápida y eficiente.
Recuerda que tu hogar debe ser un refugio, un lugar donde te sientas seguro, relajado y a gusto. ¿Y si empiezas hoy mismo a crear el espacio que mereces?
Referencias:
* Penney, E. (2024, mayo 19). Why is a messy house such an anxiety trigger and what can you do about it? PsyPost.
* Mathews, A.; Mogg K.; May, J.; Eysenck, M. (1989). Implicit and explicit memory bias in anxiety. Journal of Abnormal Psychology. 98 (3): 236 – 240.
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