La depresión se ha convertido en uno de los problemas de salud mental y emocional más estudiado y visibilizado a nivel mundial. En España, la depresión es el segundo trastorno más prevalente, únicamente por detrás de los trastornos de ansiedad. Las últimas encuestas de salud europea cifran en 2,1 millones de españoles diagnosticados de depresión durante el año 2020.
Este trastorno se ha definido como una alteración fundamentalmente del estado del ánimo, pudiendo incluir una amplia gama de síntomas tanto físicos como psicológicos. Es en torno a tres veces más frecuente en mujeres que en hombres, además de aumentar su prevalencia en grupos de mayor edad, disminuyendo su presencia ligeramente en los últimos años de la vida.
Al considerarse un trastorno multifactorial, en los últimos años ha comenzado a ponerse el ojo de la investigación en posibles causas no tan estudiadas anteriormente. Entre estas, se cuestiona si el trabajo y la necesidad constante de mantener una productividad laboral pueden ser desencadenantes de un trastorno depresivo. En este artículo, profundizaremos en el concepto de depresión laboral, descubriendo las formas en que la influencia del trabajo puede generar a largo plazo un trastorno como la depresión.
Relación entre trabajo y salud mental
El trabajo tiene un papel e influencia fundamental en la vida de las personas, teniendo por lo tanto un impacto directo en su salud mental. La relación entre el trabajo y la salud mental es compleja y multifacética. Por un lado, el trabajo puede experimentarse como con un sentido de propósito, logro y conexión social, relacionándose directamente con el bienestar emocional. Sin embargo, también existen factores estresantes inherentes al entorno laboral que pueden contribuir al desarrollo de trastornos psicológicos como la depresión.
El principal desencadenante de la depresión laboral es el estrés laboral, también conocido como síndrome del burnout cuando existe una exposición y vivencia continuada en el tiempo de este tipo de estresores. Las altas demandas de trabajo, los plazos ajustados, la falta de control sobre las tareas y la falta de apoyo en el entorno laboral pueden generar un nivel de estrés crónico que afecta negativamente la salud mental. Además, la falta de equilibrio entre el trabajo y la vida personal puede aumentar el riesgo de padecer depresión, ya que las personas pueden experimentar dificultades para desconectar y descansar adecuadamente.
Es importante reconocer que la relación entre el trabajo y la salud mental es bidireccional. Esto implica que no solo el trabajo tiene efectos en la salud mental, sino que la salud mental también puede influir en el desempeño laboral. Las personas que sufren de depresión pueden tener dificultades a la hora de mantener la atención, en la toma de decisiones y en el mantenimiento de la motivación en el trabajo, llevando a un bajo rendimiento laboral y pudiendo poner en riesgo su empleo.
Factores laborales que contribuyen a la depresión
Existe una serie de factores que contribuyen al desarrollo de la depresión en los trabajadores en el entorno laboral. Estos pueden tener un impacto significativo en la salud mental y bienestar emocional de las personas, aumentando las probabilidades de experimentar una depresión.
Algunos de estos factores asociados con la depresión laboral son:
1. Ambiente de trabajo negativo
Un entorno laboral tóxico con una clara presencia de conflictos interpersonales o incluso acoso laboral puede aumentar notablemente el riesgo de depresión. La exposición constante a este estrés y tensión emocional puede tener un impacto muy negativo en la salud mental y contribuir al desarrollo de la depresión.
2. Sobrecarga de trabajo
Una carga de trabajo excesiva, con altas demandas y plazos ajustados, puede generar un nivel de estrés crónico en los trabajadores. La sensación de no poder cumplir con las expectativas laborales puede afectar muy negativamente a la autoestima y el bienestar emocional.
Causas de la ansiedad frecuentes en personas mayores3. Falta de reconocimiento y recompensa
Cuando no se da reconocimiento o recompensas al trabajo realizado, podemos experimentar falta de motivación y satisfacción laboral. Al no sentirse valorados, los trabajadores pueden experimentar sentimientos de desesperanza y desilusión, contribuyendo al desarrollo de depresión.
4. Falta de control y autonomía
La fala de control sobre las tareas laborales y la toma de decisiones genera sentimientos de impotencia y frustración entre trabajadores. La percepción de falta de control sobre el propio trabajo aumenta el estrés y la probabilidad de desarrollar depresión.
5. Inseguridad laboral
Exponerse de forma continuada a la incertidumbre laboral, experimentando la posibilidad de perder el empleo o de no tener estabilidad laboral, puede generar ansiedad o estrés crónico. Esta inseguridad continua puede socavar la salud mental y aumentar el riesgo de desarrollar una depresión.
Estrategias de prevención
A modo de conclusión, proponemos algunas estrategias que pueden ser útiles para prevenir y manejar la depresión relacionada con el trabajo. Es importante que tengas en cuenta contar con profesionales de la salud en caso de que sientas que puedas estar pasando por una depresión laboral.
1. Establece límites entre el trabajo y la vida personal
Es esencial saber separar las vivencias en el trabajo de las relacionadas con las actividades personales y el tiempo de descanso. Esto implica establecer horarios regulares y respetarlos, evitando llevarse el trabajo a casa.
2. Busca apoyo social
Mantener una red de apoyo formada por personas diferentes al entorno laboral es muy valioso para la salud mental. Compartir tus experiencias con otras personas amigas o familiares puede aliviar tu carga emocional y darte perspectivas o consejos útiles.
3. Aprende técnica de manejo del estrés
Para lidiar con el estrés, es importante generar estrategias saludables, tales como técnicas de relajación o la práctica regular de actividad física. También es muy relevante un buen cuidado personal; dormir lo suficiente, tener una alimentación equilibrada o dedicar tiempo a actividades recreativas.
4. Fomenta un ambiente laboral saludable
Los empleadores tienen la responsabilidad de generar espacios que sean seguros para prevenir la depresión relacionada con el trabajo. Esto implica crear entornos laborales positivos, fomentando la comunicación abierta y horizontal, la colaboración y el reconocimiento mutuo del desempeño. Es importante proporcionar recursos y programas de apoyo, como servicios de asesoramiento y programas de bienestar, ayudando a los trabajadores a gestionar el estrés y promover su salud mental.
Referencias bibliográficas:
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