No sé qué carrera elegir: 7 consejos de un Psicólogo para decidirte.

Javier Ares Arranz Psicologo Online Madrid

Tras un año de intenso estudio para la selectividad llega el momento de escoger carrera. Problema: no sabes cual elegir. Hay tantas opciones y es una decisión tan trascendental que no tienes ni idea por cuál camino decantarte.

Todo el mundo ha estado en esta situación antes de escoger grado universitario y, aunque no siempre se acierta, si se toman las decisiones adecuadas antes de hacer la selección acertaremos a la hora de escoger nuestro futuro.

Por este motivo, con el objetivo de ayudar a los preuniversitarios indecisos, a continuación te mostraré 7 claves psicológicas para elegir carrera de universidad.

Ideas clave y con sejos psicológicos para elegir bien una carrera de universidad

Puede que en estos momentos estés a punto de empezar segundo de bachiller y, aunque pronto harás la selectividad, no sabes muy bien que grado universitario escoger. También puede que tu caso sea el de alguien que va a hacer las pruebas de acceso en septiembre o que te estés replanteando retomar los estudios y matricularte en una carrera universitaria después de varios años trabajando. Sea cual sea tu caso, la pregunta común en todos ellos es la siguiente: “¿Qué carrera universitaria debería elegir?”.

Si bien es cierto que muchas personas sueñan ya desde bien pequeñitos con ser médicos, ingenieros, profesores o arquitectos, en muchas ocasiones pasa que, siendo casi adultos, no tenemos nada claro qué escoger llegado el momento de la verdad. Si es tu caso, tranquilo, porque esto es totalmente normal. Incluso las personas más convencidas de lo que querían hacer empiezan a entrar en crisis cuando se ven en la tesitura de escoger entre una carrera u otra.

Es una decisión trascendental que no solo implica elegir aquello que vamos a estar estudiando durante unos 4 años sino que, también, es escoger cuál va a ser nuestro futuro laboral. Puede pasar que una vez acabado el grado descubramos que eso no era lo nuestro, que el trabajo no nos gusta y que hemos perdido un poco el tiempo. Siempre hay la opción de cambiar de carrera pero es un proceso tedioso y caro, además de un tanto decepcionante. Por eso, con el fin de ayudarte a elegir tu futuro con éxito, a continuación veremos 7 claves psicológicas para elegir carrera de universidad.

1. Cuidado con el sesgo de confirmación

En nuestra búsqueda del grado que estudiar vamos a oír de todo sobre una y otra carrera, opiniones buenas y malas que se contradicen entre sí. Es por esto que es muy importante conocernos a nosotros mismos, tener muy claro qué opinamos sobre un determinado campo del saber y ámbito profesional, y no dejar que usemos toda la información que nos llega acerca de las distintas carreras universitarias, independientemente dle valor de esta, para reforzar nuestras ideas preconcebidas.

Esto es fundamental, puesto que los meses antes de la selectividad/EBAU todo el mundo va a opinar sobre tu futuro por ti, comentándote lo muy bien que le fue a Menganito estudiar medicina y que ahora gana mucho dinero o que Fulanito tuvo un profesor en filosofía que era infumable y por culpa de él acabó abandonando la carrera, por decir unos pocos ejemplos. Estas visiones sesgadas de la realidad, muchas veces basadas en la evidencia anecdótica, pueden alimentar esos prejuicios y narrativas simplificadoras que dan explicaciones muy sencillas pero incompletas acerca de lo que es cada carrera universitaria.

La realidad es que las historias que nos cuentan sobre conocidos y familiares de conocidos son en verdad medias verdades. No nos dicen, por ejemplo, que Menganito cobra mucho dinero pero está quemadísimo de su trabajo por tener que soportar según qué pacientes o que Fulanito no abandonó filosofía solo porque tuvo un profesor infumable, sino porque escogió ese grado al tuntún y pensando que era más sencillo de lo que realmente fue.

2. Haz un listado de tus aficiones

Para poder elegir carrera es fundamental conocerse y saber qué es lo que nos gusta y que no. Una buena opción es hacer un listado con tus aficiones, intereses y hobbies para ver si existe algún grado universitario que tenga relación con algo que se te da bien y te gusta.

Por ejemplo, si eres una persona a la que le gusta hacer deporte y la nutrición puedes hacer el grado de nutrición humana y dietética, o si te gusta leer sobre esculturas y pintar puede que las bellas artes sean una muy buena opción para ti.

Intenta ser lo más honesto posible al apuntar tus intereses en esta lista, ya que tiene por objetivo determinar tu futuro laboral. De momento olvídate de cuánto se cobra o qué salidas tienen determinadas profesiones. Escucha primero a tu corazón honestamente, conócete a ti mismo y ya después, cuando sea el momento, valoraremos otros aspectos.

3. Haz una matriz DAFO

Los análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) son una herramienta muy recurrida para autoconocerse. Como su propio nombre nos dice, sirve para ser consciente de cuáles son nuestros puntos fuertes y débiles, además de las oportunidades y riesgos que se puedan dar en nuestro entorno.

En caso de hacerlo correctamente, serás consciente de cuáles son tus debilidades y fortalezas, además de estudiar las oportunidades que ofrece el mercado o las amenazas que implica el escoger una determinada carrera, como puede ser no tener demanda, no ganar suficiente dinero o, simplemente, no disfrutar ejerciéndola.

4. Documéntate sobre cada grado

Es muy importante informarse bien de lo que son cada una de las carreras, puesto que hay algunas que parecen lo que no son. El conocimiento siempre es nuestro aliado y, por eso, debemos informarnos sobre cada titulación a la que podamos acceder y que, de las opciones que haya, decantarnos por algo que realmente nos guste, que se nos dé bien.

No tiene sentido pensar únicamente en las salidas laborales o el mucho dinero que se puede ganar tras acabar una carrera si resulta que esa misma nos resulta tediosa, incluso insoportable. Si nos vamos a pasar 4 años estudiando algo que no nos gusta para después acabar haciendo un trabajo que odiamos, mal vamos. Infórmate bien, analiza cada opción y toma una decisión que te guste y sea plausible en tu situación concreta.

Lo importante es saber qué cosas son las que te gustan y te divierten, y ver si hay alguna carrera en las que estén presentes. Una vez las tengas claras será más sencillo enfocar tu vocación buscando un grado universitario en donde estos intereses estén presentes.

Y si no te lo crees, compruébalo tú mismo: hay tantos grados universitarios que es muy difícil, por no decir imposible, que no haya ningún grado en el que haya algo que esté relacionado con tus gustos. Es probable que ni siquiera sepas el nombre del grado en cuestión, pero seguro que existe uno perfecto para ti.

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Si tienes la oportunidad, pregunta a personas que la hayan cursado en diferentes instituciones para que te digan si te la recomiendan o no, y si hay algún itinerario o profesor que la hace más amena.

Además, pregunta:

  1. Por cuánto tiempo se estudia.

  2. En qué te puedes especializar u obtener una maestría/doctorado

  3. Cómo es la oferta laboral.

  4. Tiempo de vida de la profesión en la realidad de tu país

  5. Cuánto cobra un recién titulado

  6. Qué empresas son las que más contratan a profesionales de este sector

5. Sé realista con tus posibilidades

Después de haber hecho la lista de aficiones y haber establecido conexiones con posibles grados a escoger, toca ser un poco realista. Esto no quiere decir que te debes limitar o que dejes de soñar con un futuro prometedor, pero sí es importante tener los pies sobre la tierra y saber que, por ahora, no es posible escoger todo lo que queramos, ya sea por nota o por limitaciones económicas y técnicas. Por eso, tu elección de carrera no puede ser completa hasta que no hayas reflexionado sobre tus limitaciones.

Saber detectar las limitaciones más importantes te evitará frustrarte y prevenir decisiones precipitadas. Escríbelas en un listado y ordénalas según el grado en el que te afectan.

Por ejemplo, puede darse el caso de que tengas la nota suficiente para cursar una determinada carrera que te gusta, pero esta se imparta en una universidad a la otra punta del país, en un lugar en el que no tienes familiares y tampoco tienes dinero suficiente para vivir de alquiler.

Estas limitaciones no deben hundirte, pero es siempre importante saber a lo que nos enfrentamos.

6. Valora la vocación y la demanda laboral

La vocación y la demanda laboral son dos aspectos que pueden convertirse en antagónicos según la carrera en la que hayas echado el foco de atención. Si bien hay de todo, a veces sucede que tenemos vocación para carreras con muy poca demanda laboral y, en cambio, hay grados con muchísimas salidas una vez finalizados pero resulta que no nos interesan en lo más absoluto.

Lo ideal es encontrar una carrera por la que sintamos vocación y su demanda laboral sea amplia, aunque esto no es siempre posible. Si no tenemos tan buena suerte, lo suyo es intentar encontrar una carrera que esté a medio camino, es decir, aquella que sepamos que nos va a gustar y que, una vez la acabemos, tengamos unas cuantas ofertas de trabajo.

Ambos factores, vocación y demanda laboral, no deben ser ignorados puesto que nos pueden ayudar mucho a aclarar las ideas.

7. Haz una prueba vocacional

Hacer una prueba vocacional puede ser una muy buena forma de acabar con la incertidumbre. Cierto que es meramente un test, un examen que no tiene por qué darte siempre una buena recomendación, pero algo es algo. Esto puede ayudarte un poco y darte claridad sobre qué habilidades tienen y cuáles encajan en ciertas carreras. Son tests rápidos de contestar que te darán información orientativa sobre cuál es el área que más podría convenirte.



Consejo final

En resumidas cuentas, a la hora por decantarte sobre qué grado escoger ten en cuenta tus intereses, capacidades y vocación, sin ignorar la demanda laboral y si se te va a dar bien. También, es importante que tengas en cuenta que a lo largo de tu trayectoria laboral evolucionarán tanto tus gustos como objetivos, además de que la demanda laboral de tu trabajo siempre cambiará en función de cuánta oferta de profesionales y demanda de puestos haya, pero eso será otra etapa por la que tendrás que reflexionar en el futuro.

Ahora, céntrate en elegir una carrera que te ayude a convertirte en alguien por el que sentirse orgulloso y, sobre todo, una persona feliz. ¡Suerte en tu elección!

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