Las emociones son reacciones psicológicas y fisiológicas inmediatas que todas las personas tenemos ante los acontecimientos del mundo que son significativas para nosotros. Son, además, el producto de una serie de mecanismos de adaptación; es por eso que ninguna persona sin alteraciones neurológicas puede evitar sentir las emociones, y todas las sociedades humanas expresan las emociones de una manera muy similar, aunque con matices diferentes dependiendo de la cultura en la que están insertadas.
Ahora bien, a pesar de que las emociones tengan su razón de ser en la evolución biológica por la que han pasado todas las especies animales, eso no implica que no podamos hacer nada ante ellas. De hecho, existen algunas estrategias que nos ayudan a experimentar las emociones de un modo más intenso. Veamos cuáles son.
Claves para experimentar las emociones con mayor intensidad
Durante décadas, la psicología se ha encargado de estudiar las emociones humanas y las distintas formas que tenemos de modular las emociones para mejorar nuestra calidad de vida, así como también de encontrar estrategias que nos permitan sentir las emociones de manera más intensa.
A continuación te mostraré una serie de consejos generales para sentir de manera más intensa las emociones, siempre de manera natural y sin utilizar sustancias externas de ningún tipo como pueden ser las drogas.
1. Ir tomando notas en un diario de emociones
Una de las primeras acciones que puedes incorporar a tus rutinas es rellenar un diario de emociones en el que anotemos lo que sentimos en situaciones clave de nuestro día a día, aquellas con mayor significado para nosotros o que nos han hecho sentirnos de una manera que nos llama la atención.
Este diario nos ayudará a conocernos mejor y a empezar a identificar las emociones básicas que vamos sintiendo en un día determinado.
Aunque en muchas ocasiones las emociones negativas también son importantes en la vida, es necesario aprender a identificarlas y transformarlas en desencadenantes de acciones constructivas, que mejoren nuestra situación ante algo que nos hace sentir mal; y en este sentido, un diario de emociones nos ayudará a lograrlo.
2. Optimizar la gestión del tiempo
Gestionar de manera óptima el tiempo diario del que disponemos tras la jornada laboral, nos permitirá aprovechar nuestras horas libres para realizar actividades positivas y placenteras que nos ayuden a desconectar del trabajo y experimentar las situaciones agradables de la vida en toda su intensidad.
Así mismo, un mayor tiempo libre nos permitirá entrenar estrategias de inteligencia emocional con el objetivo de identificar nuestras emociones y hacer todo lo posible para modularlas en el caso de que sean negativas.
Teniendo más tiempo para nosotros mismos a lo largo del día nos sentiremos mejor y disminuimos los estados de ansiedad o estrés, lo que nos permitirá centrarnos más en las experiencias placenteras sin estar luchando contra los pensamientos intrusivos, las obsesiones, etc.
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3. Viajar
Viajar, aunque el destino no sea muy legajo, es una de las actividades más positivas que pueden realizarse para reconectar con nuestra faceta emocional.
Desplazarnos temporalmente a otra ciudad u otro país nos ayudará a salir de las dinámicas diarias y abandonar la tendencia a pensar siempre en las mismas preocupaciones debido a la exposición constante al mismo tipo de espacios y de estímulos.
Un viaje siempre es una posibilidad de crecimiento personal, de conocer nuevas personas o culturas y de dirigir nuestra atención hacia pensamientos y emociones que nos hablen de verdad acerca de cuáles son nuestras inquietudes e intereses.
4. Comunicar lo que sentimos a nuestro entorno
Una buena forma de aprender a entender nuestras emociones es hablar de lo que sentimos con nuestros amigos más íntimos o seres queridos. Compartir nuestro mundo interior, poner palabras específicas a emociones y sentimientos nos ayudará a apreciar sus matices en ellas y toda su riqueza.
Hablar con frecuencia acerca de lo que nos preocupa o nos hace sentir bien con aquellas personas con las que estamos cómodos/as tiene un gran valor terapéutico y es una práctica que nos puede ayudar a empezar a sentir con mayor intensidad todo tipo de emociones.
positivas.
5. Entrenar técnicas de relajación
Algunas técnicas de relajación y meditación pueden ayudarnos a alcanzar estados de conciencia que nos permitan llegar a ser más conscientes de nuestras emociones y por ende a sentirlas en mayor magnitud.
Las principales estrategias de relajación de las que hacen uso los profesionales de la psicología suelen ser las asociadas al Mindfulness, así como técnicas del tipo de la relajación muscular progresiva de Jacobson o el escáner corporal, así como la respiración consciente.
6. Acudir a un psicólogo
Si todas las opciones anteriores nos fallan siempre podemos ponernos en manos de un profesional de la psicología especializado en la gestión de las emociones.
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Un psicólogo te ayudará tanto a mejorar cualquier posible alteración que te esté impidiendo sentir plenamente las emociones como a entrenar técnicas de modulación emocional y tu capacidad para sentir emociones positivas.