Anorgasmia femenina: ¿Qué es?. 5 características.

Las características de la anorgasmia femenina 

El orgasmo femenino ha sido un gran misterio durante mucho tiempo, no porque no existiera sino porque no se le daba demasiada importancia a lo que pudieran sentir las mujeres mientras tenían sexo.

Por fortuna, esa visión misógina de la sexualidad humana se ha ido dejando atrás y hoy se le da una mayor importancia a la satisfacción sexual de las personas con vagina, en su mayoría mujeres y, no ignorables tampoco, los hombres transgénero.

Son varias las características de la anorgasmia femenina, las cuales vamos a ver en profundidad a continuación.

Características principales de la anorgasmia femenina

La anorgasmia femenina es un problema que afecta a muchas mujeres, provocándoles gran malestar psicológico y emocional. Se trata de un tipo de disfunción sexual en el que quien la sufre no es capaz de llegar al orgasmo mientras está manteniendo relaciones sexuales con su pareja, o en caso de sí llegar el clímax se presenta de forma bastante tardía, muy demorada y a destiempo con el orgasmo del hombre o la mujer con quien ha mantenido relaciones. Es decir, la mujer siente el deseo sexual, pero no consigue llegar al pico de intenso placer que se logra con el orgasmo. 

Son varias las características que podemos destacar de las mujeres que presentan anorgasmia femenina, las cuales explicamos con mucho detalle en los párrafos que vienen a continuación. No obstante, y antes que nada, nos gustaría aclarar que aquí usamos el término “mujeres” en un sentido genérico, pero sin descuidar la innegable realidad de que son muchas las personas con vagina que presentan este problema que son hombres, y que los problemas asociados a esta condición los viven con el mismo sufrimiento al margen de cuál sea su género.

Aclarado esto, vamos allá con las principales características de la anorgasmia femenina:

1. Es un problema muy común

Históricamente, la sexualidad femenina ha sido un gran misterio, no porque no existiera sino porque a nadie le importaba si las mujeres disfrutaban o no con el sexo y poca investigación se hacía al respecto. El binomio sexo y mujer solo era concebido en términos meramente reproductivos. ¿Para qué necesitaba una mujer hacer el amor si no era para quedarse embarazada y tener hijos? Cualquier cosa que sugiriera placer femenino en el sexo era visto inmoral, como mínimo escandaloso.

Por fortuna, la cosa ha cambiado. Cada vez son más las mujeres que conciben al placer sexual como algo digno de mencionar y, gracias a ello, se ha podido descubrir que no son pocas las mujeres que no siempre llegan al orgasmo en sus relaciones sexuales. Generalmente, las mujeres requieren de más tiempo que los hombres para llegar al orgasmo, y también precisan de más estimulación, motivo por el cual podría explicar por qué tan sólo el 30% de las mujeres durante el coito.

Esto no quiere decir que la mayoría de las mujeres tengan problemas de disfunción sexual. Una cosa es no llegar al orgasmo con la pareja de vez en cuando y otra, muy distinta, es directamente no tener orgasmos en absoluto. Igualmente, los problemas de disfunción sexual femenina son más comunes de lo que pensamos, y hasta forman parte de la historia vital de la mayoría de las mujeres. 

Entre el 30 y 40% de las mujeres ha padecido alguna vez disfunciones sexuales, pero en la mayoría de los casos estos problemas se han solucionado espontáneamente, ya sea al cambiar de pareja o dejar atrás un período de mucho estrés. La anorgasmia femenina es el principal de ellos, con lo que podemos afirmar que es un trastorno sexual relativamente común y que muchas mujeres que han disfrutado de una sexualidad y activa a lo largo de sus vidas la han llegado a experimentar en alguna ocasión.

2. Puede aparecer de forma súbita

En base a lo que hemos visto en el punto anterior, ya sabemos que la anorgasmia femenina es algo que puede aparecer en cualquier momento de la vida, de forma súbita. Puede presentarse de múltiples maneras en la historia vital de cada mujer, habiendo casos en los que la anorgasmia ha estado presente toda su vida mientras que otros aparece de forma puntual, asociada a un período de gran malestar o a causa de una enfermedad médica.

Podemos hablar de hasta tres tipos de anorgasmia femenina:

2.1. Anorgasmia primaria

Es la disfunción sexual de aquellas mujeres que nunca han podido alcanzar el orgasmo.

2.2. Anorgasmia secundaria

Sería el caso de las mujeres que han podido disfrutar en algún momento de orgasmos, no obstante, más tarde y por las razones que sea, han dejado de experimentarlos. 

2.3. Anorgasmia situacional

Este sería el caso de aquellas mujeres que han experimentado orgasmos en más de una ocasión, pero solo los pueden presentar si se dan determinadas circunstancias.

3. Es un problema culturalmente dependiente

Por sorprendente que pueda parecer, la cultura influye mucho en la manifestación de la anorgasmia femenina. Esta condición depende del tipo de educación sexual recibida, con lo cual podemos destacar que la cultura y las ideas preconcebidas sobre el sexo van a influir notablemente en la forma en cómo viva la mujer las relaciones sexuales. De hecho, muchos casos de anorgasmia se deben a la idea desacertada de que la mujer tiene que llegar siempre al orgasmo si hay penetración vaginal, cuando la verdad es que es más frecuente llegar al clímax mediante estimulación manual u oral del clítoris.

4. Una visión negativa de una misma la agrava

Si bien puede sonar simplista, lo cierto es que la mentalidad de la mujer durante el coito puede influir en que llegue al orgasmo. Una visión negativa de sí misma o de cómo debe darse la relación sexual puede acabar inhibiendo su capacidad de llegar al orgasmo, algo que también puede ocurrir en los hombres aunque con mucha menor frecuencia. El sesgo atencional hacia el propio comportamiento o una excesiva autoobservación durante el acto sexual, vigilando que está “haciéndolo bien”, son conductas que pueden echar a tierra su sensación de placer y disfrute de la relación sexual. 

5. Causas mayormente psicológicas

Si bien puede desencadenarse por acción de causas orgánicas, como por ejemplo problemas hormonales, consumo de alcohol, efectos secundarios de algún fármaco o enfermedad médica de cualquier tipo (p. ej., esclerosis múltiple, cáncer…) la mayoría de los casos de anorgasmia femenina se deben a causas psicológicas. 

Los problemas de salud mental como la ansiedad o la depresión deterioran la capacidad para disfrutar de las relaciones sexuales de muchas personas. Añadidos a ellos, está el perjudicial efecto que tiene sobre el placer sexual tener una imagen corporal negativa, imagen la cual puede convencer a la mujer de que no es nada atractiva, de que su pareja siente placer con ella y que toda la relación es una pérdida de fuerzas y tiempo. 

Y no podemos ignorar la influencia que ejerce el haber sido víctima de abuso, sobre todo de violencia física y sexual. Ser abusada o violada es una situación que puede provocar una muy fuerte aversión hacia el sexo, tanto que aunque la mujer desee conscientemente tener relaciones sexuales con personas con las que sí consiente tenerlas, el trauma de la relación sexual forzada es tan intenso que le imposibilita disfrutar de cualquier otra.

6. Requiere tratamiento psicológico

Como acabamos de comentar, en la mayoría de los casos la anorgasmia femenina se debe a una causa psicológica, a un problema como la ansiedad y la depresión o, como mínimo, por estar pasando por un período de gran estrés. Así pues, como su causa es psicológica, su tratamiento será también psicológico, un tratamiento en el que se incluirá tanto psicoeducación como educación sexual como principales pilares terapéuticos. 

Durante el tratamiento en pacientes con anorgasmia femenina, la terapia toma como punto clave el cerciorarse de que las mujeres comprenden la naturaleza de lo que les pasa y de su sexualidad. También, en caso de que las hubiere, se les hace entender cómo de irracionales pueden ser las creencias que hayan influido en su relación del sexo y hacerles dudar de la base de las mismas.

También se incluyen deberes en forma de trabajo práctico, personalizado para cada caso, aunque en la mayoría de ellos se centran en la focalización sensorial y la estimulación. La mujer deberá explorar su propio cuerpo, de forma gradual hasta conseguir el orgasmo y, en caso de tener pareja, le deberá enseñar la forma en la que consigue llegar al clímax. De esta manera, la pareja de la mujer tendrá el conocimiento práctico necesario como para reconvertir los coitos en experiencias que verdaderamente disfruten los dos.

El papel de la pareja durante este proceso no se limita a hacer bien los ejercicios para estimular a su novia o esposa. Además de la práctica sexual, también se deben adquirir habilidades sociales y técnicas asertivas por parte de ambos para mejorar la comunicación de pareja y hacer que las relaciones sexuales se realicen cuando a ambos les conviene, no cuando uno de ellos lo pide y la otra consiente para que le deje de insistir.

Sea cual sea la problemática psicológica que presente la mujer y cómo sea el estilo relacional con su pareja, la anorgasmia femenina es un problema que tiene solución. Son muy raras las situaciones en la que la mujer no vuelve a sentir un orgasmo, a pesar de que este tipo de disfunción sexual es relativamente común. Lo importante es entender que la sexualidad femenina puede ser placentera y que, las veces que no se consigue que lo sea, puede tener solución si se acude a una psicólogo especializada o a una sexóloga.

¿Necesitas ayuda?

Me llamo Javier Ares Arranz y soy Psicólogo General Sanitario. Será un placer ayudarte en este ámbito íntimo, no dudes en contactar conmigo.

Referencias bibliográficas:

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